viernes, 15 de abril de 2011

A propósito del día de la cocina chilena: La cocina de la abuela



Este zapallo italiano relleno fue lo último que comí de mi abuela, el sábado pasado. Y creo que ilustra perfectamente (junto con las otras maravillas que salen de sus manos) lo que significa para mí la cocina chilena. 


Cuando se habla de lo típico chileno, no falta la gente que afirma sin arrugarse que "la cocina chilena no existe". Que el pisco es peruano, que la cazuela se da en toda Latinoamérica, que cada país tiene su versión de empanada, y así con todo. Y en el otro extremo; los fanáticos nacionalistas que andan peleando la autoría chilena de todo lo que comen o beben. Como si el choclo con el que hacen el pastel y las humitas se diera solo en estas tierras. 

La cocina chilena, así como todos los aspectos de nuestra cultura, es producto del mestizaje. Somos un país formado a partir de mezclas; somos incas, mapuches y españoles (entre muchos otros). Mientras en el sur se nota la influencia de la colonia alemana de hace 2 siglos, en los pequeños pueblos del norte aún se puede disfrutar de la tradición indígena. Somos, además, un territorio bendecido con todo tipo de climas y paisajes, lo que nos permite disfrutar tanto de productos del mar, como de frutas y verduras frescas todo el año, carne de todo tipo, y las recetas más variadas. La mezcla de distintas culturas es lo que le da la riqueza a la nuestra, y hace a nuestra cocina una convivencia de  sabores, texturas y aromas tan exquisita. Y hace que sea tan poco importante el "verdadero origen" de tal o cual comida.

Cada uno tiene una relación distinta con la cocina chilena, así como una concepción diferente de qué es lo que significa. Para mí, y como dije al comienzo, la definición de ésta es la que sale de la cocina de mi abuela. Es desde un pastel de choclo (que espero ansiosa todo el año) hasta el más simple pollo con arroz (hasta ahora insuperable). Es el puré con carne de todos los días y las empanadas de mariscos de semana santa, las conservas de duraznos y la mermelada de mora con melón. Son las recetas con las que se criaron mi mamá y mis tías, y que mi abuela tuvo que aprender de muy chica en el campo, para cooperar con las tareas de la casa. La cocina chilena es la de mamá, de la mujer que tiene que hacer rendir la plata y con unas pocas verduras y un pedazo de carne prepara un caldo maravilloso. Y es también la que, apurada, prepara unos tallarines con salsa igual de ricos. Es la comida preparada con cariño, ese que se nota al probarla (ese cariño que, según mi hermano, es lo único que le falta a mi salsa de tomates para superar a la de mi mamá.. snif), que hace tanto mi abuela como las señoras de la Fuente Alemana, el tío de las sopaipillas o del mote con huesillo, el que prepara la paila marina en la playa (cualquier playa), el curanto en Chiloé o una cazuela en la Vega.

Da lo mismo si los zapallitos rellenos son árabes y no "originalmente chilenos". El sábado, cuando los comí, sentí nuevamente todo el amor que le pone mi abuela a cada plato, la preocupación de esperarnos con algo rico (el día que llegamos, en la noche, me esperaba especialmente con causeo de tomate, quesillo, cebollines y cilantro). Ese cariño es el mismo que se encuentra a lo largo de todo Chile, y es el que celebro hoy. 

Feliz día.


5 comentarios:

  1. Tu deberias llamarte Florencia haha.

    Se extrañaba que actualizaras el Blog.

    :)

    Y los zapallos Italianos Waaaaaaaaaaaaaaaaaa


    Lo mejor , puta que es rico jajaja.

    por culpa tuya debere hacer!.

    Sigue escribiendo.


    F.

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  2. Ohhh y concuerdo perfectamente contigo sobre lo que es la "comida chilena".


    Lejos este donde este en el mundo, siempre se extraña este pedazito de tierra llamado Chile.

    F.

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  3. Gracias por el comentario, pero quedé metida: ¿por qué Florencia?

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  4. Porque Siempre he pensado que te llamas Florencia Jajaja.

    Cocinas rico imagino, sabes de historia
    y supongo que te gusta el cine y la fotografia.

    elementos necesarios para alguien que quiera llamarse Florencia.

    Jajaj.

    Cordiales Saludos.

    F

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  5. Como siempre gran publicación. Si me preguntan a mi, lejos la mejor definición de cocina chilena, ahora voy a pensar en eso cada vez que coma el curanto que hace mi papá.

    Wenísimo!

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