lunes, 24 de enero de 2011

Destino: Chiloé



La isla grande de Chiloé es bien conocida por ser el objetivo de cientos de mochileros cada verano, por sus hermosos paisajes, gente acogedora e increíblemente barato transporte y alojamiento. Bueno, además (o en vez) de ir a Cucao a carretear con el resto de los santiaguinos, se puede aprovechar uno de sus principales atractivos: la comida.
Al igual que el alojamiento (se pueden encontrar casas donde arriendan el patio, cocina y baño desde $1.500 por persona) la comida es muy barata, y hay muchos lugares donde consumir comidas típicas de la zona, que no se encuentran fuera de la isla. La tradición gastronómica es muy rica, y por supuesto (considerando las características climáticas) bien calórica. Lo que más se ve recorriendo los pueblos son productos del mar (siempre frescos) y derivados del producto estrella: la papa.
Yo fui el verano pasado con unos amigos, y realmente quedé enamorada, y volvería todos los años si pudiera. Lamentablemente, el bolsillo universitario solo me permite escoger un destino por verano, y para no repetirme, tendré que aplazar el regreso a Chiloé un par de años.
A continuación, algunas fotos de lo que fue el viaje, para tentar (y guiar) al lector.

jueves, 13 de enero de 2011

Salvador: El Guatón


Hace una semana, después de pasar por Manuel Montt (y por lo tanto, con un hambre amenazante), me invitaron al Guatón de esa misma calle con Eliodoro Yáñez. La promesa era "mucho por poca plata", y así fue. Aunque el "mucho" se queda corto. Cuando entramos estaba casi vacío, por lo que nos atendieron casi en seguida, y muy amablemente. La estrella del local, (que claramente fue la que pedimos) es el guatón, un sánguche GIGANTE que fácilmente alcanzaría para 3 o 4 personas normales (nosotros éramos 2, y sí, me costó harto terminarlo). 

domingo, 9 de enero de 2011

No, no como palta.

Esta foto la tuve que tomar por trabajo (jaja)

Todos tenemos mañas. Algunas claro, son más raras que otras (tengo una amiga que no come queso, y considero que es por lejos lo más loco que he escuchado); otra gente tiene las mañas típicas, como no comer berenjenas ni zapallo, o que le den asco las guatitas o el cochayuyo. Según mi experiencia de vida, la mía es casi tan terrible como que no te guste el chocolate, pero intento defenderme afirmando que por lo menos, es la única que tengo.