domingo, 25 de septiembre de 2011

Perú Mágico, parte III: Cusco


Dejé lo mejor para el final. Como aún no he tenido el agrado de conocer Lima, por ahora mi ciudad peruana favorita coincide con la  más repleta de gringos sacando fotos - cantidad directamente proporcional a la de señoras ofreciendo masajes (massage miss, massage milady) en cada esquina.
Luego de pasar por Tacna, nos fuimos casi directamente a Cusco (estuvimos solo 20 minutos a mitad de camino, en el terminal de Arequipa) y por cosas del destino, nos terminamos quedando ahí casi 2 semanas. Es que son demasiados los rincones por recorrer, las cosas que probar... y no costó mucho enamorarnos de la ciudad.

Cusco (y Perú entero, en realidad) es un paraíso para los que aman la comida. Justo ahora estoy viendo fotos del Mistura, y me da una envidia terrible la gente que pudo estar ahí. Y juro que el próximo año (o bueno.. pronto) voy a juntar plata para ir a Lima. Pero nos estamos alejando del punto.
En casi todas las calles (en Cusco, digo) hay gente ofreciendo sus productos; desde fresquísimas piñas y sandías, hasta frituras, choclos, papas, sánguches, y un largo etcétera. En la misma calle uno puede abastecerse de lo más variado (¡y barato!), y si a eso le sumamos los muchos mercados a lo largo de la ciudad, y los cientos de restoranes... el resultado es perfecto.

Con esta vista comíamos en el primer hostal (nostalgia máxima)



Mercado San Pedro

Está ubicado en la plaza del mismo nombre, y en su interior convive la más variada gama de productos, divididos en pasillos dedicados a cada uno. Está el pasillo de las frutas y verduras, de las flores, carnes (donde más de algún extranjero con estómago débil preferiría no pasar), quesos, jugos, cebiches, hasta de tortillas. En un extremo están las cocinerías, donde todo el día hay ollas calientes con aromáticos caldos y demases, listas para recibir al cliente hambriento y con pocos pesos. No puede no ir, y perderse esta travesía de colores, sabores y aromas irrepetibles. (Que me salió bonito)

























Machu Picchu (y camino a)

En el tour para ir a Machu Picchu (si va, NO LO TOME, vaya solo, acuérdese de mí) paramos en el pueblo de Santa Teresa a almorzar, justo antes de las curvas infernales que lo separan de la Hidroeléctrica. El almuerzo consistía en una sopa de quínoa y lomo saltado (el primero del viaje). 





Llegamos a Aguas Calientes en la noche, y para recuperar las energías perdidas en la caminata (desde Hidroeléctrica), salimos a tomar la primera Cusqueña del viaje; una linda edición especial por los 100 años del descubrimiento de un señor inglés de la ciudadela. Justo el día que subimos (24 de Julio) se cumplían los 100 años, así que fue bien bonito y romántico. Digamos, bonito cuando logramos salir de las escaleras del infierno. 
Más abajo están las fotos de lo que comimos cuando bajamos. Entramos al primer restorán que encontramos; creo que pocas veces he tenido tanta hambre y cansancio en mi vida. Tan mal nos veíamos que altiro nos trajeron de regalo panes de ajo con ají (un amor de señoras).






De vuelta en Cusco

Según nuestros planes, después de ir a Machu Picchu haríamos el viaje a Choquequirao, otras ruinas que quedan a  2 días de camino de Cusco. Pero como sufrimos tanto con lo primero, decidimos dejar lo otro para un viaje futuro (no queríamos morir en el intento). Eso nos dejó 5 días extras en Cusco, que aprovechamos felices. A continuación, postales de nuestros paseos por la ciudad.

Restorán camino a Sacsaywamán

Ciruelas que parecen tomates

Uno de los miles de choclos callejeros

Piñas EXQUISITAS

No me acuerdo del nombre de esa calle, pero está entre la plaza de armas y la subida de San Blas. En la noche (bien tarde) se pone una señora a vender "el bajón peruano": en esa tremenda bolsa mantiene calentitos choclos y papas. Estas últimas las pela en el momento, y le echa una salsa deliciosa de hierbas, de las cosas más picantes que he probado (para valientes), además de un huevo duro. El choclo lo da con un pedacito de queso (no estoy segura, pero creo que era de cabra). Yo nunca lo había probado así, y me encantó; lejos la mejor colación nocturna.





Mini feria culinaria frente al Colegio Nacional de Ciencias (fundado por Simón Bolívar: un dato que tenían que saber)



La Chomba

La Chomba es una picantería (picada peruana) que felizmente nos recomendaron. Por muy poca plata (como ejemplo, lo más caro, los chicharrones que venían con papa, choclo y cebolla nos costaron $2.760) se come riquísimo y muy abundante. Parada obligada si quiere comida peruana de verdad. Además de los chicharrones comimos lengua, malaya frita y cabrito al horno; 4 platos y éramos 6 comensales. Y quedamos bien llenitos, como no le gusta a mi mamá que diga. Tampoco le gustaría que mostrara la cuenta, pero lo hago igual, para que cachen el precio.







Rica frutillada

Como para 6 personas con hambre :)


Con ustedes: los picarones peruanos. Estos los hacían en una esquina en la plaza de San Blas; son una masa inflada y frita a la que le ponen chancaca líquida. Para que entienda un poco el sabor, es como comer una nube. O un pedazo de ángel. O algo demasiado rico como para comer solo uno (los venden de a tres... y apenas se nos terminó el paquete compramos otro).



El día que teníamos que partir a Arequipa, en nuestro último paseo, compramos esta especie de crema-espuma-helada en la calle, bien rica. Luego fuimos a un restorán de comida árabe que quedaba justo abajo de nuestro hostal, en la calle Tambo de Montero, que nos tentaba todos los días con un olor delicioso a carne y ajo. Comimos kebab, y una masa frita rellena con carne que no me acuerdo como se llamaba. Todo en porciones gigantes, que habrían estado mejor para compartir (pero se conviertieron en un entretenido desafío).






Y así termina el especial del Perú, el maravilloso país que me hace preguntarle al universo porqué no nací un poquito más al norte. Si tiene la oportunidad, VAYA, no se va a arrepentir. (Y si me quiere invitar, tampoco).




4 comentarios:

  1. Maldita sea.


    me voy pal peru, deverdad que me ire al peru para las proximas vacaciones.

    voy a imprimir estas 3 entradas del blog y me voy pa alla!!
    (que majadero jaja)

    Excelente, no puedo decir mas.

    Sacaste aplausos.

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  2. Mmmmm que rico todo!! tengo muchas ganas de pasarme por estos lugares, aprovechando que acompaño a mi marido a un evento laboral, tenemos pasajes a Lima y pretendo conocer Peru!!! y mi paladar tambien =)

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