*También conocida como "la búsqueda incesante de El Obrero"
El segundo día nuestro objetivo era claro: el bodegón El Obrero, una picada típica argentina de la que habíamos escuchado solo elogios. Pero obvio, no iba a ser fácil; aunque sabíamos que quedaba en La Boca, muy poca gente sabía su ubicación (y aún, de su existencia). Un taxista el día anterior nos había comentado (luego de decirle que pensábamos comer allá) que era por lejos la mejor parrillada argentina, y que nos iba a encantar, lo que claramente aumentó nuestras expectativas.
Así que partimos la expedición tomando una micro a La Boca, y bajándonos en Caminito, que creímos (ingenuamente) estaría cerca.