viernes, 2 de septiembre de 2011

Perú Mágico, parte I : Tacna


En un par de días se cumple 1 mes desde que volví de Perú (ay, el tiempo pasa tan rápido). Aún me despierto en la noche jurando que estoy en un hostal en Cusco, y es tan triste darse cuenta de la realidad. Es que Perú me enamoró completamente, y si me hubiese quedado plata me habría quedado feliz unas semanas (o meses, o años) más. 
Ya iba preparada para todo lo rico que ofrece la comida peruana, pero todo lo vivido superó con creces cualquier cosa que me hubiese imaginado. Tantos colores, aromas y sabores, sumado a la gente y paisajes increíbles, hacen de Perú un destino al que volvería una y otra vez. Y como tanto no cabe en un post, dividí el viaje en 3 partes, una para cada ciudad grande en la que estuvimos: Tacna, Arequipa y Cusco. El cambio estaba a $172,5 por cada sol, para que haga ud. la suma (y se sorprenda).




En Tacna solo estuvimos de paso, por lo que no tuvimos tanto tiempo de conocerla. Pero fue una excelente introducción a lo que se nos venía: colores, formas y sabores nuevos que conocimos en el mercado, precios baratísimos comparados con lo que vemos acá (tanto en comida como bueno.. en todo), y la gente amable que todo el tiempo nos ayudaba. E imitaciones casi idénticas de todas las camisetas de fútbol del mundo... pero ese no es el tema que nos convoca.

Plátanos minis

A la entrada del mercado, y después de quedarnos mirándolos por mucho rato, una señora nos regaló de esos plátanos, que son mucho más dulces (y bonitos) que los de acá. Ya adentro, fuimos al pasillo de los jugos. Hay uno en cada mercado, son demasiado baratos y ricos, y la variedad de frutas es impresionante. Lamentablemente, mi primera elección me desilusionó bastante (en verdad, me cargó y no pude tomarlo entero). Era de papaya, pero una mutante que sacan de la selva (al igual que con los plátanos, adjunto una foto de referencia para que vea el tamaño de cada uno), que a mi amiga le encantó, pero yo no soporté el sabor. Lo siento, descubrí otra maña. (El jugo costó 3 soles)

Igual se ve bonito



De ida, debíamos almorzar medianamente rápido para alcanzar a tomar el bus a Arequipa, por lo que optamos por un restorán que quedaba justo frente al mercado, cruzando la avenida bonita de las palmeras. El menú consistía en una sopa bien especial, que bautizamos "cazuela de mar con riendas": tenía papas, camarones enteros, mariscos, tallarines, maiz, huevo y varias cosas más que ya no recuerdo. Para el plato de fondo escogimos ají de gallina y papa rellena con arroz. Con lo primero ya estábamos listas; el plato de fondo solo lo comimos por lo rico. Todo esto costó 8 soles, más 5 soles la Coca Cola de litro. 



Estábamos en una pecera

 



Descubrimiento: allá el golazo es Cañonazo

Ya de vuelta del viaje, llegamos a la madrugada a Tacna, con la intención de pasar a Arica como a las 12. Pasamos a tomar el desayuno de despedida al mercado, como se ve en la foto, donde Don Marcos. Éste consistía en jugo natural (de piña elegimos todas), café o té con leche y un sánguche, que podía ser de queso, huevo y/o jamón. Todo esto por 6 soles. Una excelente manera de despedir nuestro viaje (mientras llorábamos por tener que volver a Chile).



¡El huevo entero!



No hay comentarios:

Publicar un comentario